martes, 11 de septiembre de 2012

Olvido

¿Como quieres que te olvide? si al empezar a olvidarte me olvido del olvido y empiezo a recordarte.

-No va por nadie-

domingo, 9 de septiembre de 2012

Pernocta con sexo


Era la noche anterior a esta y caía la bruma,
yo estaba en la taberna corrigiendo pergaminos con mi pluma.
Había una hermosa doncella entre tanta penuria,
 su porte decía elegancia y sus ojo lujuria.
Preguntó: ¿sois maestro?- si señorita-
  -habéis de ser mío-, suplicó, porque et twist me excita.
Sin demora nos apresuramos a mi habitación y
allí en el tresillo empezó el mogollón.
Desaté su corpiño, la pasión y el exceso,
convirtiéndome así en pernocta con sexo.

martes, 4 de septiembre de 2012

Parkour

Levantarte un día con ganas, ponerte las zapatillas, salir a la calle con la bici. Llegas a tu destino, calientas el cuerpo: dos o tres vueltas a la pista, giras las muñecas, los tobillos, la cadera, estiras la espalda y ya te encuentras listo. Subes al muro. Frente a ti un abismo de más de dos metros de largo y acto seguido tu objetivo, lo visualizas, colocas tus pies en posición, ligeramente doblas las rodillas, sueltas todo el aire, estás preparado.
Sabes que es lo que tienes que hacer, tu cuerpo calcula la distancia y la fuerza sin que tu mente se percate de ello. Entonces saltas. En ese momento todo se detiene, tu cuerpo actúa solo, no piensas en nada, no oyes nada, todo se mueve a cámara lenta. Conforme tu cuerpo sube en el aire se va preparando para la llegada, en ese momento no sientes nada, estás en paz, nada te perturba, ni siquiera aquel perro que estaba ladrando o aquellos niños que jugaban a lo lejos. Ni siquiera oyes el sonido del motor de ese coche que conduce a toda velocidad. Nada te importa en ese momento, ese instante de milésimas de segundo en el que sientes que estás en otro planeta. Poco a poco tu cuerpo se va preparando para llegar a tu objetivo, tus piernas se estiran y acaban llegando al muro.
De repente todo vuelve, te encuentras en tu objetivo, tu respiración vuelve a la normalidad, vuelves a sentir el viento, a oír todo lo que te rodea. Todo vuelve a su ritmo y te das cuenta.



En esos pocos segundos, eras libre.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Alter ego

Probablemente el 90% de la gente que lea esto no lo crea o directamente piense que me lo he inventado. Me da igual. Lo escribo porque me apetece tenerlo aquí, para poder recordarlo en un futuro.

Hace unos días me acosté hecho polvo, días atrás me había pasado de todo. De esas veces que todo, absolutamente todo te va mal y se te junta en la misma época. Estaba fatal, al borde del colapso. Mi último intento por ser feliz había fracasado. Me hice la cena, me bebí la última cerveza del barril y me acosté deseando no volver a despertar en muchísimo tiempo. Esa misma noche tuve un sueño, de eso sueños que no se olvida, que quedan marcados a fuego en tu memoria.

En realidad no recuerdo como comenzaba el sueño, solo cosas vagas que no tienen nada que ver, pero hay un momento que fue el que me marcó. Estaba en la calle pero no era de mi ciudad, no recuerdo ninguna calle parecida, esa calle me recuerda a las típicas calles que se ven en los animes japoneses. Una calle estrechita, rodeada de casas pero sin acera para poder andar. Yo andaba por allí, solo miraba al frente. Andaba y andaba pero solo hacia el frente. De repente empecé a oír música, un solo de guitarra eléctrica tenue pero precioso. Giré una de las calle, no recuerdo si a la izquierda o a la derecha. Y a lo lejos estaba un chico con una guitarra sentado en una especie de cubo. A partir de aquí lo recuerdo todo como si lo estuviera viendo, era tan real que se podía tocar incluso. Me acerqué hacia el. Recuerdo perfectamente como vestía: zapatillas altas estilo converse, un pantalón baquero negro un poco pegado, una camiseta blanca y encima de esa camiseta una camisa de cuadros roja y negra, su pelo era largo como con greñas por detrás y llevaba un gorro de lana negro. Me puse en frente suya pero ni se percataba de que yo estaba ahí, seguía tocando como un loco. De repente paró, puso recto su torso, me miró y sonrió. Era yo. Esto es todo lo que recuerdo del sueño, se que pasaron mas cosas pero no recuerdo más. Era un alter ego mío, de como quiero verme, de como quiero ser. Nada más levantarme lo primero que hice fue apuntar el sueño en un cuaderno que tengo para eso ya que siempre que olvido hacerlo se me olvida el sueño completamente. Es como si mi subconsciente me dijera "este es quien quieres ser, adelante".

Para cualquiera que lea esto pensará "buah, solo quiere cambiar su aspecto" nada mas lejos de la realidad, es algo mas profundo que eso pero que quien no me conozca probablemente nunca entenderá.
Aunque se que cuando leas esto te parecerá un cuento chino y no lo te lo creerás, como he dicho antes, me da igual. Quien me conozca y sepa apreciarlo entenderá el significado de esto.